Con cada vez más frecuencia se ven más terminales dirigidos a instruir a niños a programar. Hay una muchedumbre de robots y juguetes asequibles en el mercado para esa labor. Los más interesados en que los niños asimilen y aprendan a programar desde chicos son las propias empresas desarrolladoras de software, como Apple, Google o Microsoft. Por eso, Apple mostró en la WWDC nuevo código, junto con una aplicación, para que los niños del mañana sean desarrolladores.
Apple se consagró mucho tiempo del WWDC a enseñar una nueva aplicación para iPad llamada Swift Playgrounds. Esa aplicación está deliberada para que los más chicos se pongan a instruirse con el poder programar gracias a un fácil videojuego. Esa aplicación, que estará aprovechable en otoño, estará asentada en manejar a Byte, un animal al que se le darán órdenes a través de comandos para prosperar en el videojuego. La aplicación está elaborada con el nuevo código de programación que Apple mostró en la WWDC: Apple Swift. Este código será el que manejarán los desarrolladores para hacer software en los terminales de Apple como el Mac o los iPhone.
Tim Cook arrojó un guiño a los desarrolladores con el transcurso de la conferencia, y aludió que, entre todos los ayudantes, había una niña de 9 años que ya estaba creando contenido para Apple. Los niños que hoy en día están en el colegio, en menos de 10 años serán estudiantes universitarios, y cualquiera de ellos ingenieros.
Las creadoras de software, las primeras en ser interesadas
No sólo Apple está interesada en instruir a los niños desde chicos a programar. Google y Microsoft están detrás de ese plan con sus propios programas. Google posee un programa de cooperación con el MIT, que maneja un lenguaje de programación muy fácil aludido Scratch.
Microsoft, por otro lado, está experimentando una versión de Minecraft con el nombre de Minecraft Education Edition. Esa variante del juego es muy semejante a la que Apple ha creado, sólo que más abierta y con más contingencias, por lo que la aplicación de Apple permanecerá bien para comenzar, y Minecraft para cuando se haya progresado más.
Lo que permanece claro es que hay una gran variedad de instrumentos para que los jóvenes, y no tan jóvenes, se instruyan y empiecen en el mundo de la programación. Con una Raspberry Pi, se logra aprender a controlar casi cualquier aparato, como un robot o una cámara. Su modularidad recuerda a las piezas de Lego. Al igual que prospera la tecnología, es lógico que anticipen los “juguetes” que manejan los niños, y éstos estén cada vez más adecuados a la sociedad tecnológica en la que se vive.